El traslado de productos y materias primas es un elemento base de la logística de cualquier empresa, y aquí los camiones de carga son el equipo básico para ponerla en marcha. Sin embargo la variedad es enorme, y no siempre es fácil escoger el más adecuado.
En determinados rubros se necesitará un camión liviano que pueda desplazarse fácilmente por cualquier terreno, y en otros será necesario uno de mayor capacidad, o que incluya maquinarias o contenedores específicos para ciertos tipos de carga.
Camiones de distintos tamaños
Lo primero es definir la capacidad del vehículo. Si se manejan volúmenes de carga menores, bastará con un camión básico que pueda maniobrar en la ciudad y que no requiere mayores gastos en mantención y combustible. Para el manejo de grandes volúmenes y su traslado por carretera, camiones de carga más pesados serán la mejor opción. La regla básica es que a mayor tamaño, mayores son los costos asociados.
Dependiendo de la frecuencia con que transportemos determinados productos vamos a encontrar distintas alternativas, pero es necesario considerar si vale la pena invertir en maquinaria propia. Tal vez sea más conveniente contratar los servicios de una empresa especializada, que comprar un camión que se va a utilizar muy ocasionalmente.
Tipos de camiones
Además de clasificarse por sus tamaños, podemos encontrar distintos tipos de camiones especializados para el traslado de elementos específicos. Camiones grúa son utilizados en faenas forestales, por ejemplo, para facilitar la carga y descarga en lugares en los que no hay acceso a maquinaria para ello.
También hay diferencias en cuanto a los tipos de contenedores que se integran al chasis de los camiones de carga estándar. Así podemos encontrar camiones aljibe para el transporte de líquidos, camiones de carga refrigerados para alimentos, y otros para usos muy precisos como los que transportan animales o vehículos livianos.